Ciro Mendía

Ciro Mendía por Ricardo Rendón

Ciro Mendía por Ricardo Rendón

Caldas-Antioquia, 1892 – La Ceja, Antioquia 4 de octubre de 1979

HUELGA DE ÁNGELES

 

A Adán Arriaga Andrade y Otto

Morales Benítez, hábiles buzos de las

innumerables lagunas del C.S. de T.

 

San José se llevó al cielo

su taller de mala muerte,

y en el cielo se divierte

Con muebles de mediopelo.

Sus taburetes de yelo

y sus poltronas de nieve

los fabrica en tiempo breve

mientras ángeles de menta

le exigen pague la cuenta

de salarios que les debe.

 

Los líderes celestiales

presentaron ya –bribones-

un pliego de peticiones,

de peticiones verbales.

Piden alza de jornales

y campo de balompié.

billar y salón de té,

salacunas y piscina

y hay que verle la mohína

al industrial San José.

 

Alega entre serio y bravo

que la madera ha subido,

que en los clavos que ha pedido,

esta vez no dio en el clavo.

Que no produce un ochavo

aquella ebanistería

de la que nadie se fía

y nunca se ve que avance,

y les presenta el balance

de JeJoMa y Compañía.

 

Los obreros y aprendices

fortifican su reclamo

y notifican al amo

que en huelga están felices.

San José sus cicatrices

contempla en su mano larga

y con voz dulce y amarga

les suplica en tono bajo

que regresen al trabajo…

y ellos gritan: ¡A la carga!

 

Sindicatos del Diamante,

de la Luz y del Perfume,

apoyarán –se presume-

el movimiento gigante.

Se organiza en un instante

un mítin casi siniestro,

e insinúan el secuestro

del Hijo multimillonario…

De piedras cae un rosario

en el taller…Padre nuestro…

 

Intervienen San Clemente

Y Lenin y San Mateo,

Marx, Stalin, San Tadeo,

Bakunin y San Vicente.

-Es un burgués indecente,

gruñe Karl…San José calla.

Y en las calles la metralla

a su música se apresta,

y se oye allá la protesta

de la celeste canalla.

 

San José lleno de espanto,

Suavemente y manso dijo:

-Por la salud de mi Hijo

Me entrego con gorra y manto.

Aquí les dejo mi llanto

y mi afán y mi sofoco,

el Pasivo, que no es poco,

el good-will, que es mi pobreza,

y este dolor de cabeza

que me está volviendo loco…

 

Los ángeles –con matracas-

se tomaron el taller,

San José se fue a leer

sus novelas policiacas.

Y en su rancho de albahacas

pasa sus días frutales,

sin conflictos laborales,

sin cepillo y sin garlopa,

gustando la eterna sopa

que le da María Puñales.

 

LA VENGANZA DE LA DIOSA

 

De cómo Diana, la diosa de la caza,

Se le pasó al venado.

 

El Centauro Quirón educó al mozo

que Acteón se llamó. Y era muy dado

a la caza del ciervo engalanado,

del ramaje frontal maravilloso.

 

Tenía muchos perros. Con qué gozo

los veía ladrar desde el collado,

y si una buena pieza había cobrado,

no cabía en su cuerpo el alborozo.

 

Bañándose desnuda estaba un día

Diana; la vió Acteón, y ella, bravía,

lo transformó en venado bien corrido.

 

Perseguido por valles y por cerros

fue el cazador cazado, y ya cogido,

fue bien comido por sus propios perros.

 

NATURAL

 

Con diez metros de tubo intestinal,

No extrañes que sea malo Pedronel,

Que decente no sea Luis Miguel

Y que un mezquino sea don Pascual.

 

Si es el hombre un magnífico animal,

Espera lo que sepa darte él,

Que hacen al día idéntico papel,

El rey, el cerdo, el asno, el mariscal.

 

El estómago es amo en lo civil,

Priman el ignorante y el servil

Y no ser buena gente es lo normal.

 

Todo será más sucio bajo el sol

Mientras tengas que hinchar de carne y de col

Tus diez metros de tubo intestinal.